El eje de la historia es el crimen que comete Silvina Vazquez al asesinar a su padre de 100 cuchilladas para “quitarle el demonio”.
La crónica comienza con una entrevista a Gabriela, la hermana de la asesina y luego prosigue con una introducción sobre cómo la hermana mató a su padre.
Las descripciones que hace el narrador son especificas y en muchas ocasiones se utilizan comparaciones para dar cuenta de los aspectos físicos de los personajes como por ejemplo cuando alude a la cicatriz de Gabriela diciendo: “como si las lágrimas al rodar hubiesen dejado un surco”.
La estructura se divide en cuatro partes:
Primero se hace una introducción.
En segundo lugar se habla de la madre biológica de Juan Carlos, el padre asesinado, y cuenta que su madre se embarazó de él debido a una violación y que al nacer la abuela lo crío como si fuese hijo suyo, mandando a su hija lejos del pequeño. Luego explica cómo fue creciendo hasta llegar a la adultez y cierra con un diálogo entre el cronista en su casa y Gabriela.
En tercer lugar, explica los hechos previos al asesinato y la conducta extraña de Silvina para terminar en la nostalgia y soledad de Gabriela debido a su encierro.
En cuarto lugar se relata como el Juan Carlos se entera por el novio de su madre que nació a causa de un aborto y es consolado por sus hijas hasta que Silvina ve su rostro desdibujado y lo cree la causa de los ruidos en la casa y del mal que allí habitaba, optando por matarlo.
Finalmente, el narrador sabe utilizar una historia para provocar en el lector interés y hace el texto dinámico, fácil de leer por sus divisiones y su linealidad en cada división.
¿Otra vez?
Hace 12 años
No hay comentarios:
Publicar un comentario