sábado, 15 de noviembre de 2008

Skinheads antifacistas: El lado rojo de la fuerza

El cronista habla por momentos en presente, creando un tiempo dinámico para el lector y se centra en el movimiento skinheads.

Sutilmente banaliza la pelea que tienen los skinheads neo-nazis en contra de travestis-lesbianas-homosexuales que transitan por el país con comentarios como: “guerra comprada en el mundo del juguete”.

Además porta un lenguaje informal que puede verse en expresiones como “tampoco la pavada” o cuando nombra a la cerveza como “birra”.

El cronista comienza el relato pero se detiene en explicar que significa ser un skinheads y de donde proviene el término, por lo tanto el texto parece cronológico pero luego se detiene en el origen del movimiento desviando al lector de los entrevistados.

En principio el cronista tiene una utilización de la historia muy diegética, es decir, mediada por el narrador, por lo tanto las palabras textuales de las personas que entrevista escasean. Sin embargo a medida que el relato transcurre la mimesis se muestra en escena y los entrevistados toman mayor protagonismo a través de diálogos y citas.

Algo similar ocurre con las descripciones ya que en primera instancia son muy lacónicas y el texto avanza tan rápido que no permite, en mi opinión, ser valorado, tornándose aburrido. No obstante a medida que avanza el relato acude un poco más a distintas operaciones retóricas para describir a los personajes y se detiene un poco más en describir como son.

Por otro lado explica como un sujeto termina transformándose en skinheads y menciona que una de las causas principales es de carácter político ya que en la segunda mitad de los sesenta, el skin se radicalizó a causa del punk, lo que provocó que algunos partidos de la extrema derecha europea reclutaran a estas tribus por reconocerlas violentas.

En los ochenta de Inglaterra los que reclutaron a estos jóvenes fueron los nacionalsocialistas y el pulso massmediático los terminó de construir. De esta forma se llega a los SHARP criollos que entrevista el cronista.

Los SHARP están representados por “el negro”, un Sharp morocho y laburador que se gana la vida haciendo maquetas de canchas de futbol para venderlas en internet. El negro proclama la no-agresión y como todo Sharp se declara anti-nazi.

La estructura de la crónica esta armada de modo tal que por momentos la presencia de los personajes de la historia se pierden y en otras renacen emitiendo comentarios breves. Además se avanza con la historia pero paralelo a ello se explica el origen de estas bandas.

Moko es otro personaje importante que cambia rotundamente de pensar ya que antes era neo-Nazi y en la entrevista se muestra alejado de esta ideología.

El alejamiento fue por una “evolución ideológica” pero el hecho de que se haya pasado al bando contrario se produjo por el asesinato de Ivan Kotelchuk que murió a causa del mejor amigo de Moko, el joven Pardal de ideología Nazi.

Finalmente termina haciendo una crítica a los racistas diciendo que más que malos son estúpidos y que de lo último nadie se salva y se justifica el puesto número 14 de prioridad que le adjudica este cronista a todos sus lectores ya que la lectura se hace densa.

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